Estas son unas cuantas fotos vintage de la Alpujarra granadina, una región de impresionantes paisajes, entre bancales, almendros y viñedos. Su peculiar geografía, especialmente montañosa la hacen única, los pueblos de la zona tuvieron, por esta razón tardía incorporación a la “civilización”.
Adaptarse a los desniveles era toda una heroicidad y una práctica habitual en todas las actividades de los lugareños, que a partir de los años sesenta vieron como muchos “guiris” llegaban a la zona en busca de “espacios vírgenes” no contaminados por el progreso.
Las casas escalonadas y orientadas hacia el sur, y blancas, todas blancas para aprovechar el clima mediterráneo. Los empedrados de las calles y su trazado sinuoso se llenaban y llenan de gentes disfrutando del paseo tranquilo. Pareciera que el tiempo se detuviera en Las Alpujarras.
Otro de los reclamos que esta tierra tiene es su gastronomía, dónde cabe destacar las carnes y los embutidos, sobre todo el jamón de Trévelez, el pueblo más alto de España, sin olvidar la repostería de tradición morisca.
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Parece un sitio muy siniestro ¿no?