Desde el siglo XIX, una que vez que se da paso a un sistema económico basado únicamente en la agricultura, comienzan a desarrollarse los sistemas de exportación a nivel internacional. En España se produce la revolución agraria liberal que sustituye el concepto de propiedad agraria que se había tenido hasta entonces.
En la actualidad toda empresa que se precie sabe que exportar significa crecer y el negocio o comercio exterior es fundamental para diversificar riesgos. Más del 98% del “negocio” se encuentra siempre fuera de nuestras fronteras. Exportar ya no es una simple opción, es casi una necesidad para muchas empresas y Banc Sabadell pone a disposición de las empresas todo un abanico de herramientas para ayudarles en la aventura de la exportación en España con las máximas garantías.
Banc Sabadell ofrece estos servicios a sus clientes de la mano de otras siete compañías líderes en asuntos de internacionalización. Exportar para crecer, así ha denominado Banc Sabadell esta oferta de servicios para que las empresas españolas accedan en mejores condiciones al comercio exterior. Pero, ¿cómo comenzó todo esto de las exportaciones?
Ya en el siglo XIX y tras la revolución agraria liberal, se sustituía el tipo de propiedad que había imperado desde el antiguo régimen, cuya característica era la superposición de los dominios y los derechos sobre la tierra, por un sistema de propiedad completa, libre e individual.
Se dio paso a la desamortización, poniendo fin a la propiedad amortizada en poder de la Iglesia Católica, se suprimían los mayorazgos, ciertas prácticas comunales agrarias, como la libre utilización de las tierras según la conveniencia de los propietarios.
La agricultura española se transformó durante el siglo XIX por la expansión agraria, ampliándose la superficie cultivada, incrementándose así la producción y más tarde el desarrollo, en todos los sentidos.
Las condiciones de vida de los pequeños campesinos empeoraron tras la desamortización de Madoz y esto favoreció la emigración de estos campesinos a la ciudad ay a la industria. A partir de 1820 se reestructura el comercio exterior tras perder las colonias americanas, se produce un aumento de la producción de cereales por una política prohibicionista antes y proteccionista después, estimulando la producción y consiguiendo el efecto de desaparición de las importaciones e incluso que aparecieran las primeras exportaciones.
En 1820 y gracias a la prohibición de las importaciones se consigue un despegue del comercio de cabotaje en el puerto de Santander y el de Barcelona. SE comienza a desarrollar una agricultura de exportación
Ya en la década de los cuarenta en Europa se daba un proceso integrador de los mercados. A partir de ahí los países industrializados comenzaban a demandar de forma creciente los productos agrarios. De la misma forma, los países en pleno proceso de industrialización incrementaban sus exportaciones a fin de adquirir maquinaria y materias.
Las exportaciones de productos agrarios en aquella época representaba un 50 o 60% del valor total de la exportación. España exportaba vid y derivados, aceite y cítricos. España y Francia suscribían en 1882 un Tratado Comercial por el que se reducían en gran medida los aranceles a los vinos españoles que llegaban a Francia.
Con la modernización del sector las exportaciones comenzaron a dirigirse hacia América del Sur e Italia, y desde allí eran frecuentemente reexportados. Las exportaciones facilitaron mucho la introducción de grandes modificaciones en las estructuras agrarias.
A partir de 1884 la comercialización se vuelca en un nuevo objetivo, alcanzar el mercado interior y aprovechando para ello la apertura de las líneas ferroviarias del norte peninsular.
