Como diseñador automotriz, Richard Vaughan aprecia la belleza simple del Aston Martin Lagonda, que claramente no era lo que Peter Sprague de Aston tenía en psique cuando lanzó el sedán de 4 puertas a mediados de la década de mil novecientos setenta.
julio 2020
¿Por qué razón el Lagonda es bien simple y vanguardista? ¿Por qué Vaughan jamás va a vender el suyo?
Tom Cotter literalmente escribió el (los) libro (s) sobre los descubrimientos, empezando con The Cobra in the Barn. Tom viaja por América del Norte en su Ford Woodie Wagon de mil novecientos treinta y nueve, buscando tradicionales olvidados en graneros, patios traseros, garajes sucios y desguaces.
Y encuentra fascinantes personajes que le abren las puertas del granero y le cuentan sus historias. Dueños de vehículos interesantes que le cuentan, compartiendo su pasión particular, con imágenes evocativas en el camino. Nos lleva a sus casas y garajes, mostrándonos de primera mano el giro de la llave, el primer cambio ascendiente a altas rpm y sus carreteras y destinos preferidos, así sea la pista de carreras local, la heladería o bien la carretera del cañón.
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En el momento en que Aston Martin decidió jugar al futurismo: desde la perspectiva del diseño, resultó bien interesante, técnicamente. En los años setenta, Aston Martin atravesaba contrariedades financieras y decidió subir más alto al anunciar un vehículo infrecuente.
La compañía, famosa por su coupé deportivo sólido, diseñó un tanque de gran lujo real. Con una altura de sólo ciento treinta cm, el Lagonda tenía una increíble longitud de cinco con tres metros. El nombre añadió un peso auxiliar en honor a la vieja marca de gran lujo propiedad de la compañía.
La primordial diferencia con otros modelos de Aston Martin fue la forma: para la compañía fue exactamente el mismo experimento que Countach para Lamborghini. Para los años setenta, el auto parecía muy futurista, y ahora estaría en la flota de Cyberpunk dos mil setenta y siete.
Aparte del exterior, el interior asimismo fue la leche en verso, combinando tradición con un enfoque renovador. Por una parte, un suntuoso interior de cuero hecho a mano, por el otro, un panel de instrumentos digital, uno de los primeros en vehículos en serie normalmente.
AM gastó más en su desarrollo que en el resto del vehículo. Es verdad que testigos presenciales aseveraron que la electrónica era el punto enclenque de Lagonda; técnicamente, no relucía en lo más mínimo. Pero en los años mil novecientos setenta y cuatro a mil novecientos noventa, se generaron un total de seiscientos cuarenta y cinco vehículos.
En dos mil catorce, AM pareció reiniciar el “Lagonda”, tras haber lanzado el modelo Taraf para el mercado de Medio Oriente, ya con contornos modernos, salvo el precursor, que por el estrabismo y el alto costo de dólares americanos, 1 millón, el diseño ya no era tan único como el de la misma “Lagonda”.
Origen: Автопорно: Aston Martin Lagonda — киберпанковый лимузин
