Comer es saludable cuando mejora la salud pero ¿Conoces la historia sobre la alimentación saludable y las intolerancias alimentarias?
¿Reducir el riesgo de enfermedades crónicas? Si se revisan algunos de los estudios más sólidos y recientes se sugiere que existe una relación estrecha entre un estilo de vida poco saludable y el riesgo de enfermedad. Si bien es cierto que esta transición permitió el surgimiento de la civilización moderna, veremos cómo tuvo un impacto significativo en la salud humana. En la actualidad podemos asegurar que son muchas las ventajas de realizar online el curso intolerancias alimentarias y así conocer los comportamientos alimentarios que pueden tener un impacto negativo en la salud humana.
El impacto de la agricultura en la salud
El registro fósil respalda a quienes argumentan que las primeras poblaciones humanas que basaron sus dietas en cereales “recién descubiertos” sufrieron graves problemas de salud.
Por lo tanto, las poblaciones de estos humanos primitivos, que en realidad eran agricultores, muestran signos claros de peor salud en comparación con sus contrapartes no agrícolas.
Uno de los debates actuales sobre alimentos se centra en la seguridad de los alimentos transgénicos, que algunos pueden considerar solo como un mito o como parte de una conspiración mundial.
En 1969, en la Conferencia sobre Alimentos, Nutrición y Salud se declaró: “Probablemente no haya un área en el campo de la salud de la población que haya sido tan afectada por el engaño y la desinformación como la nutrición está engañando con enormes sumas de dinero, además a dañar nuestra salud.
En este sentido, el tema de la nutrición es único, ya que las opiniones de cada persona pueden guiarse por la experiencia individual. Además, un residente europeo o norteamericano no puede escapar de la amenaza de una guerra nuclear, la degradación ambiental o los impuestos, pero podrá cambiar su dieta, ya sea después de una decisión basada en un profundo conocimiento nutricional o sin el permiso de nadie.
Por ejemplo y según algunos, es clásico que el paciente, la familia e incluso el médico piensen que la supresión de ciertos alimentos como la grasa, el chocolate y el azúcar reducen las lesiones de acné, y es mentira que se sacrifique a los jóvenes con dietas innecesarias. Si bien esto puede ser controvertido algunos estudios centrados en estudiar la relación dieta-acné han encontrado asociaciones específicas, pero los resultados no fueron convincentes.
Hay muchos mitos base de muchas de las llamadas dietas divididas, pero no tienen base científica. En concreto, en cuanto a las dietas segregadas, su base histórica está en las teorías sobre la degradación de los alimentos en ácidos y bases en los años 30, la dieta Shelton, la dieta Antoine, la dieta Montignac, la antidieta desde entonces.
Aún así, las dietas disociadas son uno de los tratamientos para adelgazar más solicitados. Uno de los mitos alimentarios de moda que destacan con su consumo en el mundo del espectáculo es la dieta sin gluten. Recientemente, han saltado a la palestra algunos famosos que, aún sin celiaquía ni intolerancia a este grupo de proteínas, tienen adeptos en la población general por imitación, defendiendo los beneficios de una dieta sin gluten sin llegar a aumentar la prevalencia. Afirman que una dieta sin gluten les ayuda a perder peso.
Una dieta basada en alimentos sin gluten no es adecuada para personas con intolerancia a esta proteína, y no se ha demostrado beneficio alguno. La falta de fibra es también uno de los problemas que se pueden encontrar en una dieta sin gluten, así como la falta de hierro y calcio.
En el caso especial de la leche, existen varios mitos: “La leche engorda”, “La leche es solo para niños”, “La leche puede causar cáncer”, etc. En cuanto al consumo de productos lácteos en el contexto de una dieta con aporte energético adecuado no contribuye a la aparición de obesidad.
Comparativamente, un vaso de leche entera aporta 8 g de grasa, lo que equivale a la quinta parte de la grasa de un tamal. En cualquier caso, si fuera grasa, la leche semidesnatada contiene un 45% menos de grasa y la light, un 65% menos. En cuanto al consumo de leche, que se supone que es específico de determinadas etapas de la vida, un vaso de leche entera contiene 286 mg de calcio, lo que supone el 29% del requerimiento diario de una mujer adulta; La ingesta de calcio debe ir acompañada de una ingesta adecuada de 600 a 4.000 U de vitamina D de la dieta; El calcio de la leche es altamente biodisponible en comparación con algunos vegetales como las espinacas o los berros, que tienen un alto contenido de oxalatos y reducen la disponibilidad.
La sarcopenia se presenta en la vejez, por lo que la ingesta de leche es beneficiosa para el aporte de aminoácidos de cadena ramificada, especialmente la leucina, que induce el anabolismo muscular.
La causa de algunas enfermedades se ha asociado con un tipo particular de dieta, por ejemplo, se ha planteado la hipótesis de que la apendicitis está asociada con un alto consumo de carne, particularmente carnes enlatadas y congeladas, consumo de plátano, mayor consumo de azúcar y desnutrición.
Mención especial merecen algunos conceptos que generan confusión, como los alimentos saludables y naturales. Algunas publicaciones, cuyos autores están aprobados por el naturismo, hablan de alimentación saludable. Un producto puede ser natural y no promover el establecimiento o mantenimiento de la salud.
Si bien este artículo trata los mitos existentes sobre la alimentación, es importante distinguir entre qué alimentos son inofensivos y cuáles suponen un riesgo para la salud, especialmente para las personas que tienen poca o son susceptibles a las falsas creencias.
Este es el caso de algunos complementos que se afirman de origen natural e inocuos para la salud, pero de los que existe suficiente evidencia de que tienen un alto riesgo de toxicidad hepática.
Lezaeta Acharán publicó el libro titulado “El iris de tus ojos revela tu salud” y también basó este último concepto en el pasaje bíblico donde las enfermedades infecciosas microbianas no existen. En el mejor de los casos, tienen un efecto indirecto, facilitando psicológicamente seguir una dieta hipocalórica y así adelgazar.
Un estudio experimental realizado por Lydia Fernández, María Dolores García-Prieto y Salvador Zamora seleccionó una muestra de 69 individuos con sobrepeso u obesidad con una edad media de 35,4 años. El objetivo era alcanzar y mantener un peso saludable a lo largo del tiempo, y combinar hábitos de alimentación y estilo de vida saludables, en función de su sexo, edad y altura.
La población se dividió en dos grupos homogéneos, y ambos grupos recibieron una dieta equilibrada e hipocalórica de acuerdo con las recomendaciones energéticas y nutricionales para la población hispana.
Los resultados de este estudio muestran una vez más que una persona perderá peso cuando lleva una dieta hipocalórica, y que los suplementos probados en este estudio que se espera que ayuden a la pérdida de peso no alteran la pérdida de peso producida en una dieta hipocalórica.
