Algunas veces he debatido con amigos y colegas como ha sido y como debiera ser la educación en España. Todos y todas sabemos y coincidimos que no es precisamente el sistema educativo español algo de lo que podamos estar orgullosos los españoles. Los recortes han dado un golpe al sistema que lo ha dejado aún más herido de lo que ya estaba y nadie en la comunidad educativa cree en alguna solución dado el ambiente de crispación política que vivimos y que hemos vivido siempre, y del que la Educación ha sido y es una de las principales victimas.
HISTORIA DE LA EDUCACION EN ESPAÑA: Algunas comparaciones y el cuento de nunca acabar…
Una buena educación es lo que queremos. ¿Pedimos demasiado? Pues a la vista de lo que hay parece que si.
España siempre muy mal parada en el informe PISA, y Finlandia siempre liderando. Y me fijo en Finlandia porque parece haber quorum entre las personas que yo conozco para fijar al sistema educativo de este país como un ejemplo a seguir.
Si añadimos que en Finlandia la facilidad de recursos en esta materia es evidente podríamos empezar a pensar en cual podría ser nuestro modelo y no lo es. Hoy, las nuevas tecnologías nos brindan oportunidades que nunca antes en la historia se nos han presentado, tan fáciles, Por ejemplo, podemos comprar material escolar barato online ahorrando al no tener que pagar a intermediarios, que dicho sea de paso, muchas veces en la historia se han quedado tramposamente con la mayor parte del precio de, por ejemplo, el material escolar. Todos sabemos de esos casos en que un colegio nos mandaba a los alumnos y padres a comprar los libros de texto y todo lo demás a determinado comercio. No hay que ser muy mal pensado para adivinar que ahí había alguna especie de “mordida” y que los precios se nos disparaban. Si crees que estas y otras cosas parecidas ya no se hacen, estás en un grave error de apreciación de la realidad que te circunscribe…
Finlandia en los sesenta tenía dos sistemas educativos después de la primaria. Se abrían dos caminos al terminar los estudios primarios, uno para los listos y otro para los “tontos”. En 1968 comenzaron las reformas y el sistema único nacional. No todo funcionó bien al principio, más bien había descontento pero en los 80 se dieron cuenta que apostar por mandar a sus alumnos a carreras más técnicas o de humanidades en función de su supuesta inteligencia era un error. Había una educación muy conservadora, tanto que incluso a los inspectores les asustaba ir a los colegios porque se les trataba mal y con desprecio.
Poco a poco la educación fue impregnándose de los valores de igualdad que tan a gala llevan los finlandeses. Y esto unido a otras cosas dio resultados positivos que fueron creciendo. En Finlandia lo que prima no es la competitividad sino la cooperación pero la media de nivel de educativo es muy alta. Dicho de otra forma, se enseña mucho pero no con el objetivo de competir individualmente sino al contrario, a fin de ser un buen ciudadano y contribuir al bienestar general, que al mismo tiempo el bienestar de cada uno de los individuos.
Según el estudio PISA los peores estudiantes finlandeses son un 80% mejor, de media, que el resto de los países occidentales. La base está en sus profesores. En Finlandia ser profesor es algo muy respetado, al contrario que en España, en donde no se les respeta ni por los padres, ni por los alumnos y tampoco por la administración.
Los ciudadanos creemos que son unos vagos que casi todo el año están de vacaciones, los alumnos llegan consentidos por los padres y jaleados por el resto de alumnos creyendo que mola ser grosero o beligerante con los profesores, los padres creen que sus hijos son la caña de España y el profesor les tiene manía y los políticos les cambian las reglas cada cuatro años sin consultarles. ¿Alguien se ha preocupado de que esta sinrazón termine algún día? Así no podemos esperar que este país deje de basar su economía en burbujas y apuesta por I+D.
En Finlandia no hay exámenes de alto nivel excepto una selectividad. Se vuelcan en los colegios públicos y apenas hay privados porque hay muchas restricciones para ellos. Los colegios tienen presupuestos más bien modestos y se basan en sus propios currículums y van todos a una, profesores y alumnos en base a las tecnologías, a la consecución de sus objetivos de centro. Ningún niño se deja que quede atrás.