El arte de fumar en cachimba
El funcionamiento de la cachimba o shisha es realmente sencillo. Esta técnica para fumar se ha extendido rápidamente por todo el mundo en los dos últimos lustros, especialmente por Europa. Cada vez más personas cuentan en sus hogares con shishas para poder fumar en su casa cómoda y tranquilamente.
Este rito tan popular basado en el humo y el tabaco no tiene misterio alguno, pero es lógico que los principiantes puedan tener algunas dudas al respecto si nunca antes han utilizado una shisha. ¿Cómo funcionan? ¿Cuál es su pequeño secreto? Los primerizos pueden tener muchas preguntas sobre este arte con miles de años.
¿Cómo funciona una shisha?
El funcionamiento de una shisha podría decirse que es muy similar al funcionamiento que tiene una pipa de madera tradicional. El tabaco (o melaza) entra en combustión gracias a una fuente de calor y las aspiración que realiza el fumador. En el caso de las pipas de agua, entran otros mucho más productos en juego, como los líquidos de diferentes sabores.
Para hacer uso de una cachimba deberá colocarse el tabaco o la melaza en la parte superior de la “chimenea”, y más concretamente en el interior de la cesta de barro. Sobre dicha cesta se deberá colocar un carbón encendido. Cuando se aspira el aire entra en combustión por el carbón, llegando hasta la zona del agua.
Es ahí donde el agua y el humo se mezclan. De este modo se consigue que la temperatura que tiene el humo descienda rápidamente. Es por ello por lo que se consigue un humo de una mayor densidad, de ahí que sea común que se creen nubes de humo alrededor de los fumadores de cachimba.
El humo viaja por el conducto hasta la boca del fumador, quien podrá disfrutar del humo y de numerosos sabores diferentes en la melaza. Es importante añadir una cantidad de agua suficiente. Es más, el mástil ha de estar perfectamente cubierto con 2-3 centímetros para lograr que el humo entre en contacto con el agua.
Es clave tener en cuenta que las inhalaciones han de realizarse lentamente. Si por algo se ha caracterizado siempre la shisha es por ser un instrumento con el que fumar despacio, de manera totalmente relajada. Si se aspira con demasiada rapidez solamente se conseguirá que el carbón termine calentándose excesivamente, lo que implica que el tabaco o la melaza se acaben quemando.
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