el embarazo en la historia: la recuperación post parto
12/22/2018
El propósito de reanudar el ejercicio físico tras el parto ha de ser de forma gradual porque se debe favorecer la restauración del suelo pélvico y el abdomen. Hay que respetar el proceso de adaptación del cuerpo. En la actualidad sabemos muchas cosas y tenemos muchos recursos, pero ¿Cómo fue todo lo que circunda al embarazo y al post parto en tiempos pasados?
La recuperacion postparto tiene mucho que ver con el ejercicio, por ejemplo caminar día a día con el bebé. Y esto se puede complementar con ejercicios aeróbicos variados como la bici o bien la elíptica. No estar más de diez minutos seguidos en la misma máquina.
Ya en la vieja China las mujeres tenían una gran libertad de movimientos. Podían ejercer multitud de oficios, podían comprar y vender. No debiera sorprendernos, pero lo hace, porque no siempre ni en todas partes fue igual. Aún hoy, en muchas partes de este planeta, se reserva a la mujer un papel denigrante y claramente marginal y hasta vejatorio. Todos y todas sabemos qué países son esos, y no lo diremos, para por una vez, y sin que sirva de referente, ser políticamente correctos.
Desde siempre pasaba, que si el bebé era de sexo masculino, la mujer se sentía más ligera, tenía mayor hambre, y resultaba más afectada la parte derecha de su cuerpo. Las gentes llevaban granos de pimienta y rezaban, y los echaban en una infusión, para dársela a tomar a la mujer. Molían yerbas, y las envolvían en lana para ponerlas sobre la barriga de ella.
el embarazo en la historia
ANTES DEL PARTO – AYER Y HOY
En Egipto y Mesopotamia se inyectaba un fármaco anestésico en la vagina como método para procurar cierto alivio del dolor a lo largo del parto. Si venía una pequeña el embarazo era más molesto y las piernas se hinchaban. En la nobleza europea el físico de las mujeres era más bien ancho con alto peso, y no podían aquellas mujeres estar de pie o bien en cuclillas a lo largo de horas.
En un tiempo todos los aspectos de la vida, también los de la mujer, estaban rigurosamente relacionados con la religión. La mujer contenía la respiración y la expulsaba de forma fuerte, y si pese a esto el pequeño no salía, se le practicaba una cesárea, pero eran pocas las que sobrevivían. Era más importante el niño que la madre. Más importante no llevarle «la contraria a Dios».
Hoy en día, la dosis del goteo se va incrementando de manera lenta hasta que el parto evolucione sin dificultades. Debe controlarse de forma continua.
Antiguamente, cuando se aproximaba la hora del parto, la mujer tenía que rezar y poner candelas en casa. En el parto siempre había una partera. Las mujeres se preparaban un baño con malvas, malvavisco y manzanilla y también se untaban con aceite de ajonjolí, óleo de almendras dulces y hasta con grasa de gallina. Otro procedimiento consistía en meter un ajo bajo la almohada, y si la mujer al levantarse no tenía mal aliento, era señal de que estaba aguardando un pequeño.
Hoy hay una técnica común en investigación, llamada Enzyme-Linked ImmunoSorbent Assay, ELISA, que se fundamenta en el proceso por el cual los antígenos-agentes extraños que penetran en el organismo se unen a los anticuerpos, dando sitio así a una contestación inmune. Se emplea esta unión para advertir moléculas específicas, y así el anticuerpo se une al antígeno y a una enzima, generando una reacción perceptible. Probablemente entiendas esto tanto como yo, pero la moraleja es que con el tiempo las pruebas han evolucionado bastante, a test más avanzados, que señalan el estado en el que se halla un embarazo.