HISTORIA DEL CALZADO Y DE LOS ZAPATOS – El vestido es una sección fundamental en la crónica de las sociedades. Un símbolo cultural a través del cual argumentamos los cambios vividos. Los historiadores coinciden en señalar que el vestirse para resguardarnos de las adversidades climáticas fue algo que empezamos a hacer muy pronto. Lo mismo ocurre con los zapatos. Pero hoy, vestimos y nos calzamos más por gusto estético que por necesidad, y nos pasamos horas en las tiendas y en las webs de ropa y calzado como Obi. Si quieres saber de las últimas tendencias haz click para leer más.
El zapato nació hace cientos de años.
Y sus papás se pusieron muy contentos…. El hombre, y la mujer, tenían la necesidad de asegurar sus pies de las rocas, del frío, de la arena esa de las playas que está ardiendo… Hasta de las mordeduras de animales, de los cactus y pinchos que hay por el campo. Para eso empleó cuero y pieles. Y creó el calzado. Aquél primer zapato no era mu bonico que digamos, pero cumplía con su función. Eran unas pantuflas, que servían para ir a cazar.
Las culturas tienen bastante que ver en los zapatos de cada país. El zueco, las alpargatas o los vendados de los pies son opciones de zapato que encuentras viajando por el planeta. Ninguno de estos son iguales que el primer zueco. Han ido evolucionando según la moda. El poder del pueblo se ha dejado ver en forma de cambio de tendencias. Los zapatos fueran conformados a nuestro gusto y antojo. Puede que a veces para disimular defectos en los pies o para hacernos más altos y altas.
HISTORIA DEL CALZADO Y DE LOS ZAPATOS
Para botas, las del gato de Perrault.
El gato con botas es un cuento de Charles Perrault. Debían de ser horribles, y duras como un leño. Pero llega el año 2010 y a un diseñador se le ocurre recuperar los zapatitos de cristal al estilo cenicienta. Al precio de 7.500 dólares. Los zapatos rojos de Christian Andersen, daban miedo y eran muy gore. Tipos de zapatos, que hasta en los cuentos hacen historia. Actualmente los calzados están preparados para cada uso. La sandalia se utiliza para ir fresco en verano. La zapatilla para ir más cómodos. Y la bota facilita el paso sobre superficies duras, o líquidas.
El primer zapato encontrado
Fue hallado en USA. Nada menos que una sandalia. Del siete mil y pico antes de Cristo. Pero no fue hasta el tres mil quinientos y algo cuando llegó a nuestras vidas, o a la de aquellas gentes, el zapato de cuero. Comenzaron siendo sencillas bolsas de cuero. Y ya después. desde la Edad Media, se comenzaron a usar en diferentes materiales para adaptarlos mejor al pie. El zapato en Europa en el siglo XVII se convirtió en una señal de nobleza.
HISTORIA DEL CALZADO Y DE LOS ZAPATOS
¿Sabes quién inventó el zapato?
La documentación más vieja que tenemos nos dice que el zapato tiene más de 15.000 años. Lo sabemos por unas pinturas rupestres. Se ven a unos hombres con botines y a una mujer con algo parecido a unas botas de piel. Así es que quién inventó el zapato fue el hombre prehistórico. Pero más bien el origen del zapato comenzó con la sandalia. En Egipto. Se hacían con paja trenzada y láminas de hoja de palmera. Solo lo usaban los hombres y su uso era ceremonial. Una panda de machistas de mucho cuidado.
Ya en la edad media la moda repercutía negativamente para los caballeros
A inicios del XIV había zapatos cuya punta alcanzaba el medio metro. Si, fueron los primeros «chupame la punta». Había gente que tropezaban con sus propios pies. Una moda ridícula a la que siguió otra igual de absurda: el zapato corto y muy ancho o de morro de vaca. Una moda de origen español trajo la revolución. Fueron los chapines, y triunfaron en Venecia y Florencia. Allí causaron más escándalo que Madonna suelta por e Vaticano. Iban forrados de tisú o cuero. Para llevar este zapato femenino era imprescindible que la mujer fuera acompañada de un galán, o de una sirvienta. Pero era porque las caídas eran peligrosas. En instagram hay un montón de selfies de la época de mujeres tullidas por haberse caído de lo más alto de sus chapines. De hasta veinte centímetros de altura.
HISTORIA DEL CALZADO Y DE LOS ZAPATOS
El tacón influyó en la forma de andar
Transformó las prácticas de vestir. Fue en el renacimiento. Se empezó añadiendo suelas de corcho, y de cuero y hasta también de madera. Cuando la bota se hizo palaciega se constató que el tacón estilizaba la figura. Por eso les gustaba tanto a los reyezuelos y nobles de la época. Un escándalo en Francia. El Barroco llegó para dar prioridad a las curvas. Fue un intento estético de realzar el busto en las damas. Aunque las pobres, y las ricas más, tuvieran que caminar echando el cuerpo hacia atrás para no caerse.
Cuenta una cortesana de Eugenia de Montijo, que una vez dijo «esto no me gusta… « Sin lograr sostenerse en sus zapatos, cayó sentada sobre el paquete de un jóven que estaba sentado en un sofá vintage aunque entonces aún no lo era. El caballero lanzó un quejido y ella se disculpó. Pero él. muy galante y cortés, la tranquilizó diciendo: “Señora, merece la pena el dolor con tal de sentiros de tal guisa entre mis piernas”. Y suponemos que ella se ruborizó, aunque no hay nada grabado que lo corrobore.
Después llegó la Revolución Francesa y se lió parda…
HISTORIA DEL CALZADO Y DE LOS ZAPATOS
Los hititas fueron los mejores zapateros de la historia
En Oriente el zapato es y ha sido símbolo de realeza. Un rey dejó sus sandalias en el salón del trono, mientras él se iba de vacaciones, para que impartieran ellas justicia. Son cosas curiosas, pero que podemos ver en los museos del calzado interesantes. Cosas como que en la Biblia el zapato simboliza la propiedad. Y que en el norte de China para a un acuerdo mutuo se le llama de la misma forma que a un zapato. Por eso se regalan unos cuantos zapatos a los recién casados.
Hoy atamos zapatos viejos al coche de los novios. Es para desearles fortuna. Pero antiguamente, que eran unos borricazos de mucho cuidao se arrojaban a la cabeza de la novia. Así le deseaban descendencia. Esta creencia se basa en cierta asociación del zapato con el pie, como símbolo fálico. Los esquimales escondían en la ropa de una mujer estéril un trozo de zapato viejo. En algunos pueblos de mi Castilla natal aún se envían unos cuantos zapatos a los parientes de la novia.